top of page
Screenshot 2024-11-05 4.47.35 PM.png

Valencia

Tierra de amor y pasión

Valencia 1JEMM
00:00 / 08:00
Valencia 2JEMM
00:00 / 09:45
Para ofrendar nuevas glorias a España

​

No sabía o no podía escribir nada sobre lo que ha pasado en Valencia. Me ponía a escribir, y no aguantaba una sola línea sin quedar destrozado, y lo dejaba, porque Valencia es parte de mi vida, sea escrito con toda la sinceridad del mundo.  
 
Hasta que un buen día, me encontraba yo andando por las calles de Toronto, y me vino a la cabeza como el fogonazo de un flash, en forma de un recuerdo, que emanaba de una vivencia que tuve hace muchos años, más años que el sol si cabe, y esa vivencia tuvo lugar en Valencia, y si estos recuerdos pudiesen hablar, dirían algo así: 
​
A pocas semanas de llegar al colegio mayor donde pasaría tres años de mi vida, y siendo un novatillo, con unas pocas semanas a mis espaldas, y en una época donde las 'gilipolleces' del lenguaje 'waka waka' no existían ni por asomo, y los hombres eran hombres, con el respeto y la caballerosidad debida ante las damas, claro está.  
En mi colegio mayor de Valencia, cohabitaban dos especies de estudiantes claramente diferenciadas, los novatos y los veteranos.  
Durante las primeras semanas del mes de octubre, allí no estudia 'ni el tato', hasta el mismo día de la fiesta del novato, que solía ser una discoteca de Valencia.  
Una vez transcurrido el primer año en aquel colegio mayor, el novato, podía tener ya el estatus de veterano.
 
Recuerdo aún con cariño que, las dos primeras semanas en aquel colegio mayor, eran todo un infierno para los novatos, en cuanto a novatadas se refiere, algo digno de escribir un libro. Los novatos quedábamos a merced de los veteranos, y nos podían hacer de todo.  
Siendo yo novato, más tierno que un lechón antes de meterlo al horno, y creo recordar que sería la primera o segunda semana de supervivencia en aquel colegio mayor, cuyo  infame nombre era San Francisco Javier, y más conocido por los estudiantes valencianos de la UPV como “ El Sanfran”.  
Tras una noche intensa de novatadas, entre las que se incluía llevarnos al colegio femenino del Opus, y en medio de la calle, nos teníamos que desnudar por completo, y empezar a gritar, mientras que algunas de las persianas dejaban entrever esas cabezas de jóvenes estudiantes, que, en la penumbra de la noche, observaban clandestinamente, y sin que las monjas de su colegio mayor opusino, las pillasen infraganti al perpetrar ese pecaminoso pecado de las inquilinas de esos dos colegios femeninos del Opus Dei, viendo entre el hueco que dejaba la persiana ligeramente cerrada, y fijaban sus ojos a los novatos del Sanfran, encontrándose éstos 'en pelota picada', reclamando con sus gritos, unas picarescas miradas, y haciéndolas pecar en pensamiento, palabra y obra si cabe.  
​
Ésta novatada frente al colegio mayor de las chicas del Opus, era una de las novatadas más benignas que nos hacían a los sufridos novatos, y si no hacía mucho frío, pues era lo que había, y hasta se nos hacía divertido, hasta cuando uno de los veteranos nos ordenaba que las insultásemos, y profinásemos todo tipo de insultos que se nos pudiesen ocurrir, dirigidos a esas estudiantes. Como bien es sabido, no nos quedaba otra que obedecer lo que las perversas mentes de los veteranos nos obligasen a hacer.  
 
Una vez de vuelta al colegio mayor, llegaban las novatadas de la noche, y esas eran para echarle de comer aparte, algunas de las cuales bastante desagradables, dicho sea de paso. Acabada la sesión de novatadas nocturna, y muy cerca de la madrugada, me dispuse por fin a ir a mi habitación.  
Mi gozo en un pozo, porque llegando a mi dormitorio, me crucé con dos veteranos del poblet de Valencia, a los que no conocía de nada, ya que era la primera vez que los veía, y uno de ellos me gritó lo siguiente: “ Puto novato, preséntese”.   
Al parecer, la noche de novatadas no había acabado aún. Entonces, poniendo los pies formando un ángulo de noventa grados, y mis manos colocadas sobre las partes nobles del hombre, y mirando fijamente a los ojos del veterano, tenía que decirles lo siguiente: 
“Se presenta el puto novato José Enrique Martínez Martínez, artificial de Murcia, alias 'el sheriff Rebotes', que pretende estudiar la puta carrera de ingeniería superior de Telecomunicaciones”. Así era la presentación de un novato ante un veterano. Hasta la fiesta del novato, teníamos que hablarles de usted a los veteranos.  
​
Una vez acabada la protocolaria presentación, se miraron los dos veteranos, y uno le dijo al otro: “coño, este es “el Rebotes”. Entonces el otro veterano, cuyo apodo creo recordar que era 'el Meche', me dijo que, para el día siguiente, me aprendiese el himno de Valencia.  
Cuando un veterano te ordenaba algo, tenías dos opciones, o te ibas del colegio mayor para siempre, o hacías lo que te pedía y no se hable más.  
Uno de esos dos veteranos era de uno de los pueblos que hoy son conocidos como la zona cero, y en honor a él y a su gente, escribo a continuación, y parte de esa canción, se me ha quedado gravada para toda la vida, y decía así: 
​
Per a ofrenar noves glòries a Espanya,  

tots a una veu, germans, vingau.  

¡Ja en el taller i en el camp remoregen   

càntics d'amor, himnes de pau!  

Para ofrendar nuevas glorias a España 

Todos a una voz, hermanos venid; 

¡ya en el taller y en el campo resuenan 

cantos de amor, himnos de paz! 

¡Pas a la Regió que   

avança en marxa triomfal!  

Per a Tu la vega envia   

la riquesa que atresora,   

i es la veu de l'aigua càntic d'alegria   

al compàs i al ritme de guitarra mora.  

¡Ved a la Región 

que avanza en marcha triunfal! 

Viene a dar la huerta mía 

la riqueza que atesora, 

y murmura el agua canto de alegría 

que nació a los ritmos de guitarra mora. 

Paladins de l'art t'ofrenen   

ses victòries gegantines;   

i als teus peus, sultana, tons jardins extenen   

un tapís de murta i de roses fines.  

Manda el arte paladines, 

que te ofrezcan sus laureles 

y a tus pies, sultana, tienden mis jardines 

un tapiz de rosas, nardos y claveles. 

Brinden fruites daurades   

els paradisos de les riberes;   

penjen les arracades   

baix les arcades   

de les palmeres.  

Sona la veu amada   

i en potentíssim, vibrant ressò,   

notes de nostra albada   

canten les glòries de la Regió.  

Valencians: en peu alcem-se.   

Brindan rico tesoro 

los naranjales de las riberas; 

penden racimos de oro 

bajo los arcos de las palmeras. 

Suena, la voz amada 

y en victorioso vibrante son, 

notas de la alborada 

cantan el triunfo de la región. 

¡Despertemos, valencianos! 

Que nostra veu   

la llum salude d'un sol novell.  

  ¡VIXCA! ¡¡VIXCA!! ¡¡¡VIXCA!! 

Que nuestra voz 

la luz salude 
 
de un nuevo sol! 

¡Viva! ¡Viva!
​
Ya no puedo escribir más, porque pienso en todo lo que ha pasado recientemente en Valencia, y en mis amigos del colegio mayor, y hasta aquí puedo escribir.  

!VIXCA VALENCIA!
y
!VIVA ESPAÑA! 
bottom of page