¿No habéis tenido ya bastante?

La ciudad que vendió su alma al diablo en menos de cinco años

Quien sabe algo de historia, aunque sea poco, y haya vivido en Alemania, aunque no sea mucho tiempo, y sepa matemáticas, aunque sólo sea entender la ecuación de Einstein, puede predecir que lo que va a pasar en esta ciudad de Canadá, es la tormenta perfecta para que explote la sociedad.  

Que conste que Canadá es uno de los mejores países del mundo, cuando no sea el mejor, pero tiene un cáncer, que es esta ciudad, porque se ha juntado el 'hambre con las ganas de comer', es decir los bancos dirigidos por las élites, con las manadas de esclavos  desesperados importadas a mansalva de Asia.  

Sin olvidar que en Canadá está una de las mejores ciudades del mundo, que no es otra que Montreal.

Pero ese cáncer de la otra ciudad, que no se trata ni de Montreal ni de Ottawa, es un nido de barbaridades que sólo se asemejan a la de los soviets con algo de mezcla de los nazis, y no estoy de broma, si lo extrapolamos al año 2024, valga la hipérbole. 

No sólo censuran libros como Sahara, persiguen la libertad como los camioneros de la caravana de la libertad, o permiten eutanasia y abortos a tutiplén, junto a canabis, y avocan a los esclavos asiáticos a vivir en condiciones miserables, con no más alivio que las drogas o quitarse la vida. Sólo pasa en esta ciudad.  

El canadiense de pro es la mejor persona que he conocido, y se asemeja a un castellano en España. Lo mismo es por el clima frío, como las tierras de Soria de mi madre y abuela.
Pero en esta ciudad algo ha provocado un trágico cambio  a todo el mundo que en ella demora, y lo convierte en un ser individualista, y sin preocupación social.  

Un ejemplo, porque yo sólo hablo y escribo de lo que sé, y de lo que no mejor me callo, porque en boquita no entran moscas.  

Me aseguraron que, si estudiaba un máster, a tiempo completo, en una escuela negocios de esa cuidad cancerígena de Canadá, pues podría trabajar, aunque no hubiese sido necesario, dado mi experiencia y estudios, pero lo hice.
Acabé el máster con honores y con notas de 9 y 10 sobre 10, porque estudiaba mañana, tarde y noche, para conseguir un trabajo digno, y con mucha humildad y flexibilidad.  

Fue acabar el máster, y me dijeron que me buscase la vida. Me la busqué, y han pasado años, he estado en 3 ONGs públicas para encontrar ese trabajo, y no he conseguido nada. Años sin una entrevista.

Es ya alarmante, y veo a gente vivir en tiendas de campañas, y drogadas por las calles, porque no tienen ni trabajo, ni familia. 

El odio es tal hacia lo hispano, que ni se dignan a leer a leer el currículum. Pero yo de aquí no me muevo, y si me quieren matar, lo harán, pero no me voy a poner de rodillas ante nadie, y menos ante una gente que odia a rabiar por mi nombre, y mis orígenes.  

Ah, ya ahora me dicen de muy malas maneras con un email que les pague el préstamo de estudios, dándole igual mis condiciones. Esto no huele bien, y me recuerda a Alemania y a los Soviets. 

Esta a ciudad se encuentra secuestrada hasta el tuétano por unas élites de los bancos sin escrúpulos, y unos esclavos que hacen lo que sea por comer y dormir. Hace cuatro años no era así, y China ha tenido mucho que ver en todo esto.  

Hechos, y no palabras.  
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