ONG sin Dios

Érase una vez una ciudad enmarcada en un rico, muy adinerado país, tan poderoso, que pertenecían al exclusivo club del G7, los 'gesietecidas', como también son conocidos. 

Una ciudad que podía ser considerada como 'la perla de corona', porque tenía todos los ingredientes necesarios para ser llamada la la nueva, Nueva York, valga la redundancia. 

Pero pasó lo que nunca debería haber sucedido en el planeta Tierra, y es que le dieron la espalda a Dios, y vendieron su alma a las hordas. Como hace casi un milenio hicieron los romanos, con la capital de su imperio, y pasó lo que nunca debería haber ocurrido. La historia tiene visos de repetirse en algún lugar de  Norteamérica. 

Algunos indeseables, dueños de los fondos buitre, le echaron el ojo a esta ciudad, y más que un mal de ojo, fue la mirada de un tuerto muy tuerto, porque peor suerte no pudo tener la hoy desdichada ciudad en el año2025. 

Todo empezó con el desembarco y posterior el paseo triunfal de la banca, y trajo consigo al dios dinero. Esa misma banca que abandonó la ciudad vecina del Dios de Abrahán,y se implantó ésta macro urbe, a la que le venía como 'anillo al dedo', asentarse en una ciudad entre el infierno y el cielo, más cerca del primero que del segundo, porque a los hijos de Dios del inframundo no se les puede tratar así, y Dios, el de verdad, ni perdona, ni olvida las aberraciones que hacen con hijos de satanás con los hijos de Dios. 

Por si esto fuera poco,’a perro flaco todo son pulgas’ y el color amarillo pasó del oro de los bancos, al tsunami de hordas procedente de oriente para los que están en occidente, y de occidente para los que están en oriente. Sin ánimo de insultar a nadie, llámense los del amigachos de Confucio, o los reencarnados, por llamarlos de alguna manera amigable, sin hacer referencia implícita a ninguna civilización, y que sea el cognitivo talento de cada cual que le ponga nombre y color a estas hordas de oriente lejano. 

Estos forasteros orientales no llegaron con la noble intención de enriquecer a lo que una ciudad que hubiera sido conocida como  la ‘Perla de Norteamérica’, y por el maldito arte del birlibirloque, el diamante se convirtió en cabrón, porque 'entre todos la mataron, y ella sola se murió'. 

Visto el panorama en el año 2025,  tras el coronavirus, y con muchas décadas de wokismo, hasta el Dios de Abrahan ‘salió por patas' de esta ciudad norteamericana. 

Los CBCs, o autóctonos,  se van deshumanizando poco a poco, porque con tanto dinero a diestro y siniestro, y tantos esclavos baratos, y durmiendo 18 en una habitación ¿Para qué hace falta dios? Así pensaban los romanos, hasta que llegaron los bárbaros.
La nefasta combinación de esclavos, dinero y sin Dios, solo lleva al abismo de la desaparición, no sin antes un castigo de Dios. 

En la ciudad aludida, y sin necesidad de pronunciar su nombre, los de las hordas invasoras, están ‘fumando en pipa’. Llegado el año 2025, ya tienen el poder social, económico y político.
¿Para qué quiero más Santo Tomás?
Mientras que los del dinero y esclavos, es decir, los rostros pálidos de toda la vida, los CBCs, viven en una burbuja de oro, apunto de explotar, y Dios los observa muy de cerca, con un reloj en su mano, que va contando hacia atrás a que llegue el momento. 

Sirva esta parrafada anterior como preámbulo para decir que hasta las ONGs de esa ciudad han 'perdido por completo la cabeza'. Tras el virus creado, por ellos, y ahora el wokeismo dichoso, esta ciudad es ya Sodoma y Gomorra, porque las sociedades que no cuidan de los más débiles, están abocadas a tener un dramático final, bien sea por un castigo divino con 'cianuro' caído del cielo, o con una crisis social y económica de una envergadura jamás conocida lo largo de la historia, y bien merecido lo tendrán, porque a los pobres y gente débil no se le abandona. 

Una sociedad que no ayuda a los que más lo necesitan a encontrar un trabajo, y lo dejan a los más débiles en manos de las hordas, es la crónica de una muerte anunciada. Lo mismo para los que no pueden encontrar una vida digna con una casa y una familia. 
Como predica la Agenda 2030: "No tendrás nada y serás feliz". 

Eso mismo es lo que sucede con todas las ONGs de esa ciudad, en manos de las hordas, que supuestamente tienen que ayudar a la sociedad, y han pasado de ser una organización sin ánimo de lucro, a convertirse en unos 'campos de concentración' que destrozan la vida de todo aquel que pone un pie en sus instalaciones,  bien sea por desesperación, o por necesidad, o por curiosidad, el pobre desgraciado que se registra en estas ONGs, acaba destruido como persona, tal y como se hacía a la antigua usanza, similar a algunos campos de concentración. Primero es deshumanizar, y luego ningunear, hasta llegar a la solución final, es decir, la visita de la señora vestida de negro, con la guadaña en mano. 

En dichas ONGs de tal ciudad no verás un solo candidato que busca trabajo, y que NO pertenezca a las hordas, ni a nadie que sea de los CBCs del dios dinero, salvo algún despistado.
Los que allí trabajan, más que ejercer una profesión en una organización sin ánimo de lucro, lo hacen en una 'con mucho ánimo para  su propio lucro', y bien es sabido que donde Soros pone la mano, no se salva ‘ni el apuntador’, como sucedía en la Europa del Este comunista, de donde procede Soros. 

A buen entendedor sobran palabras. Los ingenieros no hablan de lo que leen, o lo que oyen, sino con datos empíricos en la mano, constatados y bien probados, y si es posible, con una fórmula matemática que respalde sus tesis. 

Valga como ejemplo el de un candidato que visita más de una ONG de esa ciudad, con una necesidad imperiosa, por muchos motivos, y durante muchos años, y se lo merece, casi más que muchos, porque su currículum es impresionante, dicho por los HeadHunters,  que incluye idiomas, títulos, másteres, hasta años de doctorado,y con una  experiencia excelente, en el campo nacional e internacional. Su flexibilidad y movilidad es total en todos los sentidos, más no se les puede poner sobre la mesa a estas ONGs. El resultado final es ni una sola entrevista en ninguna empresa, durante años y años, dándolo todo, por su parte, y con estas ONGs, unas 'supuestas organizaciones con ánimo de lucro', le dicen que se busque un trabajo por su cuenta, o que se 'busque la vida' con un trabajo manual. 
 
¿Es esto un crimen social más? Ahora sucede en países de Oriente, y en esta ciudad estado, situada al norte de América. 

Hechos, no palabras, y ahí están las pruebas para quien las quiera ver con sus ojos. 

Es el momento de preguntarse lo siguiente: 

¿Es odio? 
¿Es concepto de castas por parte de unos que desprecian a los que no tienen trabajo? 
¿Es ninguneo por parte de los sin Dios,  porque no les interesa esa gente sin trabajo?
¿Es la necesidad de 'exterminio' por sobrepoblación en el mercado laboral? como hicieron en Tiananmén en un santiamén. A la gente  que vive sin Dios, la vida del ser humano no le importa nada. 

¿Es incompetencia del primero al último que se lucra sin ánimo de ofender?

¿Es el wokeismo para 'exterminar' a los inútiles e indefensos de la sociedad? Deshumanizan y ningunean a la sociedad. Unos matan en vida, y los que mataron y abandonaron al que fuera su Dios de Abrahán,  miran hacia otro lado, hasta que les toque a ellos, tal y como sucedió en Roma. 
¿Forma parte de la Agenda 2030, el acabar con los que supongan un gasto  para el estado central, y sin familia?

¿El macabro  final para los candidatos en búsqueda de trabajo de esas ONGs,  son las drogas, alcohol, suicido, eutanasia, etc?

Por cierto, esa ciudad no es Montreal, y Vancouver no la conozco. 
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Hasta aquí puedo leer. 
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