La banda de Liberty Valance

Estamos en un mundo podrido. 

Una prueba de ello son las fechorías de Antonio, en el Levante.

Hablaremos mucho sobre Antonio, conocido en Alicante como el ‘rey del cemento y del ladrillo’.

Procede de un pequeño pueblo, con un pequeño almacén de ladrillos, y por arte de ‘magia’ creció como la espuma, estando presente en aeropuertos, escuelas de negocios, televisiones, y todo tipo de asociaciones, como la CROEM. Tiene en su mano las subvenciones y licencias, como para explotar montañas en Abanilla (Murcia) para su cemento, y con ese dinero, monta su negociete en Londres. Total, le pagan los murcianos todo. 

Es el presidente de una escuela de negocios, con un máster FALSO.

Alguna prensa local  ‘come’ en su mano, y tiene la desfachatez de publicar su foto por todas partes para blanquear su imagen, y la de los suyos. Publica un código ético en internet, como si a ETA le diesen el premio Nobel de la paz.

Va engañando a quien puede, y sólo le importa el poder, y el dinero. Es muy agradecido con sus ‘amigos del alma’, a los que riega muy bien, y  un auténtico canalla, con el débil, con el que abusa sin escrúpulos. 

Tiene en nómina a los mejores abogados y asesores fiscales. 

Ya se ha publicó un libro sobre él, titulado la Pirámide de papel, pero seguiremos adelante, sin miedo, porque nadie se atreve a tocarle un solo pelo. Es temido por todo su entorno. 

Ojalá algún día saque sus sucias manos de Murcia, y acabe donde se merece. Está haciendo mucho daño a la sociedad. 

Con la enseñanza no se juega, es el futuro de una sociedad, y Antonio y los suyos la utilizan para sus propios negocios, y en su propio interés, sin importarle si existe o no conflicto de intereses. Total, pagan los murcianos sus ‘desmanes y fiestas’. 

Antonio, para ya.

Un ejemplo más de cómo pone su nombre en todos los artículos, al lado de instituciones públicas. Su ego y su ambición no tienen límites.

Temas ¿Antonio Ballester? De nuevo su nombre. Un ególatra auténtico.